EXTINTORES Y ACCESORIOS

El agua es el agente extintor más antiguo, apaga por enfriamiento, absorviendo calor del fuego para evaporarse. Es muy eficaz para apagar fuegos tipo A (Sólidos con brasas).

Al ser el agua conductora eléctrica, este tipo de extintor no está recomendado para extinguir incendios de aparatos eléctricos ni en la proximidad de instalaciones de este tipo.

Se emplea pulverizada, ya que se evapora más rápidamente por lo que absorve más calor.

Los extintores de polvo son aptos para todo tipo de incendios, excepto los fuegos de metales combustibles, grupo D. Son fáciles de usar, y no requieren de una atención especial, como si requieren los de CO2.

El método de extinción de este tipo de extintores es la sofocación, o sea, forma un manto sobre el fuego e impide que el fuego se alimente del oxígeno presente en la estancia.

Sobre ruedas:

Su peso es mayor de 25kg (agente extintor+agente expulsor+manguera+cilindro y estructura). Está dotado de ruedas para su desplazamiento

Portátiles:

Están concebidos para que puedan ser llevados y utilizados a mano, teniendo en condiciones de funcionamiento una masa menos o igual a 20 Kg.

Automáticos:

Los extintores automáticos de polvo seco están indicados para todo tipo de fuegos de la clase ABC. Se recomienda instalar en quemadores o calderas, depósitos inflamables y para cubrir riesgos en general.

Deben instalarse en la vertical del riesgo a proteger, colgados de los ganchos laterales mediante un soporte adecuado, estando el detector a una distancia comprendida entre 0,6m y 1,5m.

Los extintores de C02 están diseñados para fuegos tipo B (líquidos inflamables y sólidos licuables) y eléctricos

Disponen de una válvula de seguridad con disco de rotura, cuyo tapón se desprendería si existiese una sobrepresión.

Con la mejora en el diseño del conjunto y válvulas de disparo y boquillas difusoras o de proyección, se ha conseguido mayor capacidad extintora.

Pueden ser:

Portátiles

Sobre ruedas